Docente Miembro de Carta Abierta.Integrante de la mesa nacional de la Corriente Causa Popular
En los últimos días ha sorprendido a muchos la insistencia del gobierno nacional sobre la soberanía argentina en las Islas Malvinas, no solo por lo sostenido por la Presidenta en su discurso del 7 de febrero, sino por las gestiones muy activas del canciller Timerman en Centroamérica y ante el Secretario General de las Naciones Unidas.
Es que nuestro gobierno, apoyado por los estados latinoamericanos, afianza el reclamo ante el Reino Unido, el que como parte del mundo hegemónico, atraviesa una crisis socio-económica que no promete resolverse a corto plazo.
Hoy quienes nos identificamos resueltamente con este reclamo, sostenemos que Malvinas es hoy más que nunca una causa de Latinoamérica. Siempre lo fue, pero desde la consolidación de la UNASUR, aún más después de la derrota del proyecto ALCA, en el 2005 en Mar del Plata, con las expresiones en tono de arenga del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez: ”¡¡¡ Devuélvele las Islas Malvinas a la Argentina… reina de Inglaterra. Estamos en el siglo XXI… La era del colonialismo ha finalizado…!!!”
Luego fue el Presidente Lula del Brasil quien dijo que Inglaterra “debería de considerar seriamente la posibilidad de devolver las Malvinas a la Argentina” Y en los últimos meses Cristina Fernández de Kirchner asumió con plenitud este justo reclamo, el que encuentra eco en toda Latinoamérica.
Pero no faltan los agoreros como Lanata o Grondona que hablan de “cortina de humo” para tapar inminentes aumentos en los servicios públicos entre otros anuncios catastróficos. Los muchachos de Libres del Sur no se quedan atrás, asumiendo una crítica similar, anunciada en su página por su líder Tumini, en la que participan Van Der Koy y Morales Solá (los de TN – Clarín) como columnistas.
Debemos reconocer que el Imperio Británico tiene sus aliados en la sociedad argentina, los que no han surgido de un día para el otro, sino que son el producto de un proceso de colonización cultural que lleva casi el mismo tiempo que tenemos como país independiente. Podemos fijar su origen en la influencia de Rivadavia desde 1821. Sectores de las clases medias y acomodadas alimentadas por una literatura constante y en particular por los medios de comunicación hegemónicos, son proclives a no ver con buenos ojos estos embates en defensa del interés nacional (y de hecho latinoamericano). A esos protagonistas extranjerizantes, pro-oligárquicos y pro-imperialistas, Arturo Jauretche los llamó “cipayos”, nombre de los soldados indúes que servían al Imperio Británico en la misma India. Modelos de cipayos lo son los columnistas calumniadores arriba citados.
Aún en el frente interno hay distintos enfoques respecto del tema Malvinas. Está el sector que bien podemos llamar “progresista” que no acepta el 2 de Abril como fecha patria, por ser la conmemoración que evoca “la aventura irresponsable de Galtieri”, pero que apoya a la Presidenta Cristina con toda convicción en su reclamo por nuestra soberanía en las Islas y la postura. La Izquierda Nacional y el “peronismo histórico” reivindican el 2 de Abril, más allá del propósito de los impulsores de la recuperación de la Malvinas por la vía militar, incluyendo esa fecha entre los momentos trascendentes de la Historia Argentina y Latinomericana, tal como lo sostuviera en su momento el político e historiador Jorge Abelardo Ramos.
Días atrás el escritor Mempo Gardinelli proponía en un artículo publicado en el diario La Nación, que a la causa de Malvinas los argentinos debemos sostenerla con mucha paciencia, porque esta lucha diplomática y política que hoy se da con el apoyo de la hermandad latinoamericana, no mostrará sus frutos en lo inmediato, pero que la persistencia y las firmes convicciones de defender el patrimonio nacional, tarde o temprano darán con la vuelta de las Malvinas al territorio argentino.
A diario hay opiniones de apoyo a la Presidenta respecto de esta causa, pero desde distintos enfoques, tal como lo citáramos en el sentido de las diferencias entre progresistas y peronistas más la Izquierda Nacional, lo que muestra el amplio abanico de pensamiento que ha conseguido incluir el kirchnerismo bajo la conducción de CFK. Es sano el cotejo de opiniones por parte de los jóvenes, que van tomando conciencia cada vez con más fuerza de su rol protagónico en la vida nacional hoy y en el próximo e inmediato tiempo.
Lo importante es la toma de conciencia definitiva de parte de nuestro pueblo respecto de la consolidación de nuestro país como parte indisoluble de la gran Patria que es Latinoamérica, abandonando las quimeras y complejos de inferioridad impuestos por la colonización cultural durante tantos años.
¡¡¡Las Malvinas son argentinas y de Latinoamérica!!!