(viene de la edición de ayer)
El 28 de octubre, “Temas diversos”, incluirá una nota titulada “Las clases obreras en las filas radicales” en la que se define al “elemento obrero” como “el másdecidido, el más sano y el que más vale”, y se destaca el “entusiasmo que ha despertado entre las clases obreras la reorganización del partido radical en esta ciudad. A los clubs instalados concurren diariamente los hijos del trabajo a inscribirse en los registros de afiliados”
8. Una semana más tarde, en una nota titulada “El espíritu revolucionario en las clases trabajadoras” el diario de Deolindo Muñoz postulará que la idea revolucionaria no palpitaba únicamente en los cuarteles y en las masas organizadas del radicalismo. Latía también entre las clases obreras que contemplaban al presidente, a los congresales y a los gobernadores “entregados al lujo, en perpetuas orgías [...] (En ellas) el espíritu revolucionario se ha impuesto como una necesidad, como un resto de esperanza, como la última ratio de un pueblo deprimido, esclavo y hambriento”
9. Días después, el título “Las clases obreras en la lucha política” encabeza una nota donde se afirma que “en la hora de la gran crisis argentina, que se acerca a pasos agigantados, las clases trabajadoras, sin distinción de nacionalidad, contribuirán con el pueblo y el ejército de la patria a consumar la obra redentora”.
8 El Municipio, Rosario, 28/10/1903, “Las clases obreras en las filas radicales”
9El Municipio, Rosario, 5/11/1903, “El espíritu revolucionario en las clases trabajadoras”
10El Municipio, Rosario, 11/11/1903, “Las clases obreras en la lucha política”.
10.En “Malestar de la clase obrera. Hambre y miseria” se preguntará “de qué podrá acusarse a los hambrientos si mañana en defensa propia buscan lo que se les niega por sendas legales [...] Solamente podrá increpárseles el haber aguardado tanto”
11. No obstante, Muñoz también opinará que la policía tenía que “reprimir con mano firme” a “los agitadores” de la sociedad de estibadores de la ciudad de Buenos Aires, integrada mayoritariamente por extranjeros, porque esta exigía formar parte de la misma para trabajar
12. Las primeras planas de los días subsiguientes abundan en información sobre el estallido de un movimiento revolucionario y sobre sus eventuales protagonistas. Los titulares son expresivos: “La lucha presidencial en los comicios y en los cantones con la boleta y con el maúser” o “La mina está cargada. No hay quien encienda la mecha”, donde se afirma que sólo falta un caudillo
13. O bien “La presidencia de Roca es un desastre nacional que provoca una reacción violenta y un escarmiento ejemplar” seguida por otra nota titulada “El espíritu revolucionario en las clases trabajadoras”, donde se plantea que si es lógico y hasta de sentido común que el trabajador aspire a la destrucción del régimen “no ha de extrañar a nadie que en el día de la prueba una su esfuerzo al esfuerzo del partido radical y del ejército para coadyuvar en beneficio propio a la tarea redentora”
14. Siempre en esa perspectiva, los títulos principales de la edición del 9 de diciembre son, en este orden, “Lema radical ¡La victoria o la muerte!”; “El ejército de la Patria no es el Ejército de Roca”; “La juventud argentina en los cantones y en las barricadas”; “Agitación obrera. Pan libertad y trabajo”. Esta última enfatiza que el obrero debe luchar, defenderse, buscar elementos de resistencia y de imposición
15. Sin recurrir a la huelga general: “las huelgas generales no son a nuestro juicio oportunas [...] la huelga parcial permite recibir auxilios constantes y suficientes; la huelga general perjudica tanto a los capitales comprometidos como a la clase trabajadora”
11 El Municipio, Rosario, 20/11/1903, “Malestar de la clase obrera. Hambre y miseria”
12 El Municipio, Rosario, 13/11/1903, “El conflicto obrero en la Capital Federal”
13 El Municipio, Rosario, ediciones del 28/11/1903 y del 5/12/1903 respectivamente.
14 El Municipio, Rosario, 6/12/1903
15 El Municipio, Rosario, 9/12/1903
16 El Municipio, Rosario, 6/1/1904, “Huelgas generales y parciales”
16.El 10 de enero, la Ley de Residencia, merece el siguiente comentario: “A la ley marcial, por sorpresa, que ha de suprimir todos los derechos, que ha de aherrojar todas las garantías –reunión, protesta, libre pensamiento, seguridad individual, justicia-seguirán las deportaciones por grupos y en cadena, sin otra causa que el capricho o la venganza, desnaturalizándose en provecho inicuo del poder, la ley de residencia dictada con fines de defensa de la libertad de trabajo”
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17. El 21 de enero se publica el “Manifiesto radical sobre abstención electoral” seguido por la nota “En la solidaridad gremial está el triunfo de la causa obrera”. El 24, a la nota titulada “El triunfo revolucionario del radicalismo intransigente” le sucede “La huelga. Extremas resistencias” donde se postula que “unida, tiene la clase obrera más poder que todos los poderes de la tierra” y se anuncia que a partir de febrero, La Protesta, “diario genuinamente defensor de los intereses obreros”, tendrá frecuencia diaria
18. El último día del mes, a “Horizontes nebulosos. Próxima tempestad”, donde se anuncia la proximidad de la tormenta revolucionaria, le siguen “Desconfianza en el Ejército. Vigilancia y espionaje en los cuarteles y en los campamentos” y de “El gran meetting de hoy. Solidaridad obrera. Digna y noble actitud de los gremios de Rosario”La cobertura del mencionado meetting ocupa tres columnas e incluye dos fotografías, las primeras desde que en octubre apareciera una nota ilustrada sobre un acto radical. El título destaca la concurrencia de ocho mil manifestantes al acto de solidaridad con los trabajadores portuarios de Buenos Aires, evento al que se califica de imponente, destacando el “orden perfecto” de los manifestantes que al pasar por la puerta del diario se detuvieron al grito de “Viva El Municipio! ¡Viva el defensor de la clase obrera! ¡Viva el heraldo de la justicia!”. Le sigue una nota titulada “Lo que el país espera del civismo argentino y del patriotismo militar”. La página dos se inicia con la reproducción de una carta enviada por un militar que postula que el ejército salvará a la patria, seguida de la columna sobre movimiento obrero
19. Al otro día, se asegura que la conspiración militar estallará “prestigiada por la adhesión del pueblo”. No eran estas las primeras vivas dirigidas a Muñoz. El 8 de diciembre se reproduce una carta firmada por “varias obreras” en agradecimiento a la valiente actitud demostrada por Deolindo Muñoz en favor de la clase obrera y una semana más tarde “varios jefes del Ejército” agradecen calurosamente las simpatías del diario por la institución militar
17El Municipio, Rosario, 10/1/1904, “Perspectiva de huelga general y de atropellos y violencias”
18El Municipio, Rosario, 24/1/1904 “Periodismo obrero. Iniciativa de La Protesta”
19 El Municipio, Rosario, 2/2/1904
20 El Municipio, Rosario, 16/12/1903
20. El 13 de febrero, el diario advierte que la policía no actúa correctamente “colocándose (...) decididamente a favor de los patrones (...) trate la policía de conservar el orden y reprimir los desmanes que se cometan pero no prive a la clase obrera de los derechos inalienables que la constitución acuerda por igual a todos los ciudadanos sin distinguir la condición de cada uno”
21 En los días que siguen la atención informativa se centrará preferentemente en dos grandes temas. Uno de ellos es la situación del radicalismo. En una nota se reproduce la carta dirigida por varios jefes y oficiales del Ejército a Deolindo Muñoz, director del “más importante órgano radical de la República”, en la que le expresan“gratitud por la viril propaganda de su valiente hoja en pro de la libertad del pueblo y de la dignidad del ejército”
22. El 18, una nota anuncia que “...el radicalismo intransigente se ha organizado para la lucha armada” mientras que en otra se postula que el pueblo debe rebelarse: “la abstención equivaldría a mirar con impasibilidad la vergüenza; la revolución significará que este es un país donde se derrumban los despotismos”. Al día siguiente, se juzga que Hipólito Yrigoyen es “el ciudadano indicado para imprimir nuevos rumbos a la política, para encarar la reacción, para dignificar las instituciones militares y para devolver al pueblo sus arrebatados derechos”
23. El otro tema es el de la situación de los trabajadores de las recientemente fusionadas empresas ferroviarias radicadas en la ciudad. La posibilidad de la realización de una huelga contra las empresas “extranjeras” es juzgada positivamente: “... la confederación ferrocarrilera está apoyada por la ley, por la razón y por la justicia”
24. La mencionada confederación tiene un principio que El Municipio encuentra digno de admiración: “cuando las empresas remueven un confederado, la confederación en masa debe acudir en defensa del sacrificado, haciendo abandono del trabajo hasta que la víctima sea repuesta”
25.“Movimiento obrero” dedica gran espacio, además, a la conformación de nuevas de sociedades de resistencia y a otros conflictos gremiales, en ciernes o declarados.
21El Municipio, Rosario, 13/2/1904, “La agitación obrera y la policía del Rosario”
22 El Municipio, Rosario, 14/2/1904 23 El Municipio, Rosario, 19/2/1904, “Candidatura Hipólito Irigoyen para presidir el Comité Nacional”
24 El Municipio, Rosario, 20/2/1904 25 El Municipio, Rosario, 19/2/1904, “Confederación de ferrocarrileros. Todos para uno y uno para todos”
En la edición del 23 de febrero, donde se informa sobre la inminencia de la huelga de los ferroviarios, la nota titulada “La revolución triunfante en las calles y en los cuarteles” menciona la existencia de “agitaciones visibles” en las filas del ejército y protestas públicas de los ciudadanos y advierte que “un tiro, un grito, una excitación, cualquier incidente, lo inesperado, lo imprevisto, lo más insignificante puede hacer estallar la conjunción de fuerzas revolucionarias”. En la página dos se incluye una carta firmada por “un obrero” donde se relatan iniquidades varias cometidas por el superintendente de las empresas fusionadas destacando, peyorativamente, que se trata de un inglés. Y se reproduce “La ley de Residencia. Argentinos deportados. Reclamaciones inútiles. Complicidad de la prensa” una nota de Francisco Berri tomada del diario anarquista La Protesta. El 25, en la nota que anuncia el inicio de la huelga ferroviaria se destaca que “la asamblea cerró el acto dando vivas a El Municipio, a la Confederación y a su presidente”. Al otro día se informa que Muñoz fue vivado en dos ocasiones, en el acto de partida de los conscriptos del Ejército y en el de los ferroviarios, al que asistieron cuatro mil personas. Y se anuncia la puesta en marcha de una suscripción organizada por El Municipio para socorrer a las familias de los obreros en huelga, definida ésta como la “primera batalla, la batalla decisiva que libra el obrero argentino contra la absorción y la avaricia del capital avaro, es la cruzada suprema, donde se juega el porvenir de la clase trabajadora del país”
26.La colecta, a juzgar por las listas de adherentes, que algunos días treparon a cifras varias veces centenarias, fue un éxito. El 27, en pleno desarrollo del conflicto y en atención a rumores sobre una huelga policial, se expresa que el vigilante es un obrero a sueldo y que “... nadie está en mejores condiciones que los agentes de policía para apreciar cuánta es la razón que asiste a los obreros que se rebelan contra la explotación, y con los cuales habrán de confraternizar cuando ellos, igualmente explotados y tiranizados por el recargo del servicio y la mezquindad, adopten el supremo recurso de defensa”
27. La edición del 1ro de marzo dedica seis columnas a la huelga, desplazando a las habituales cuatro o cinco notas concedidas diariamente a la situación de radicalismo y a la del Ejército.
La nota incluye una fotografía de la manifestación de los ferroviarios del día de la víspera, tomada en el momento en que se detuvo frente a El Municipio para escuchar un discurso de Deolindo Muñoz. La nota destaca el orden y la cultura de los cuatro mil manifestantes, protagonistas de un “grandioso espectáculo”.
26 El Municipio, Rosario, 26/2/1904, “Llamado a las clases obreras en nombre de la comunidad del esfuerzo y la comunidad del sacrificio”
27 El Municipio, Rosario, 27/2/1904, “Los vigilantes. Huelga en perspectiva”
El día 3 se reproduce el “Manifiesto Radical” sobre el estado del país, que reafirma el principio de la abstención electoral y la acción patriótica.
Otra nota juzga favorablemente la solidaridad manifestada por la socialista Unión General de Trabajadores a la Confederación Ferrocarrilera, postulando la necesidad de que las centrales obreras actúen en forma conjunta.
El 6, la huelga ocupa nuevamente seis columnas. En una nota, titulada “El triunfo de la causa obrera es una aspiración nacional”, tras manifestar que “contra la ley, contra la soberanía nacional, contra el obrero, contra la prensa, contra el comercio, contra el derecho, contra la justicia, contra a libertad están Loveday y el soberbio Civit corrompido”, se postula que “una huelga general que lance a la calle 150.000 hombres azuzados por la indignación y la justicia no se detiene con un ejército de línea (...) estos150.000 hombres estarían apoyados por la influencia de la prensa y serían dignificados por la gratitud de la Patria”.
28 El 10, se opina que la “la actitud de los huelguistas es digna, altiva y admirable (...) ¡Qué gigantes aparecen los oprimidos y que pigmeos son los opresores!”
29. El 11 se publican, entre otras, una nota titulada “La huelga general como recurso de extrema resistencia” finaliza con un llamado “¡A la huelga general!”; una sobre arbitraje firmada por Enrico Malatesta, en la que se afirma “que entre obreros y patrones lo que hay es guerra, y, como en todas las guerras es cuestión de fuerza.
Procuren los obreros ser los más fuertes. Para vencer no hay otro remedio”; y una carta de un afiliado radical que asegura que su libreta cívica “no será sellada para sancionar el régimen subversivo institucional que impera en el país”.
El conflicto finalizó días más tarde por decisión de los trabajadores. En su transcurso, El Municipio expresó cambios conceptuales sustantivos que demarcarán los lineamientos editoriales de los meses que mediarán hasta el 4 de febrero de 1905.
La aceptación del principio de la huelga general; la voluntad de “influenciar” a los obreros y a sus organizaciones a través de la prensa; el recurso a la retórica libertaria de la opresión; la reproducción de notas de autores anarquistas, generalmente tomadas de La Protesta y la voluntad de construir en torno a su persona una figura de referencia del radicalismo, de los militares y de los obreros serán los signos más notorios de esos nuevos lineamientos.
28 El destacado es nuestro 29 El Municipio, Rosario, 10/3/1904, “Dignísima actitud de los empleados y obreros que han abandonado el trabajo”
A modo ilustrativo, pueden mencionarse una nota de octubre de 1904 en la que presagia, en referencia a la declaración de una huelga general, que ”el momento solemne se acerca. La causa es justa y merece nuestro decidido apoyo”
(sigue en la edición de mañana)








