ARGENTINA / “Un período sumamente esperanzador” / Escribe: Washington Uranga






La reacción de distintos sectores de la Iglesia ante las críticas del Episcopado no cesa. Esta vez, un grupo de obispos destacó que en la Argentina “se está viviendo un proceso de inclusión en marcha”. El 18 se reúne el Episcopado con la Presidenta.


El Centro Nueva Tierra, una organización que reúne a cristianos, laicos y religiosos de diversas iglesias (católicos en su mayoría), emitió un comunicado en el que “lamenta” la última declaración de los obispos, exige a la jerarquía católica una toma de posición clara sobre los delitos de lesa humanidad, la asunción de responsabilidades para parte de la Iglesia institucional en relación con su actuación durante la dictadura militar y considera “este momento histórico del país y de nuestra patria grande como un período sumamente esperanzador y exigente”, reconociendo en la Argentina “un proceso de inclusión en marcha –difícil, limitado, imperfecto, contradictorio, desafiante– que pone en el centro, como sujeto, a los sectores populares y sus derechos, e invita a todos a trabajar en su profundización”.

En el mismo pronunciamiento, titulado “democracia, esperanza y opción por los pobres en la Argentina hoy” el grupo lamenta “el último documento de los obispos argentinos por cuanto entendemos que su mirada de la realidad no se corresponde con la opción preferencial por los pobres”. Subraya el documento que el planteo de la jerarquía católica “parece ser desde la agenda y los temas de interés de los grupos de poder”. De esta manera, el Centro Nueva Tierra sumó una crítica más a la declaración que el episcopado católico difundió adelantándose a la Navidad y que, el próximo martes 18, será motivo de un encuentro entre las autoridades eclesiásticas y la presidenta Cristina Fernández.


Dicen los cristianos de Nueva Tierra que en la Argentina “sigue pendiente una palabra institucional y valiente que asuma y condene el vínculo de la jerarquía católica con los crímenes de la última dictadura militar. La proclamada Verdad reclama que ese Nunca Más de la Iglesia Católica todavía faltante se concrete”. Sobre el mismo tema, la declaración asegura que “el silencio, la evasión, la vaguedad, son elocuentes para comprender la posición de la jerarquía católica como actor político en el momento actual”, porque “la pasión por la verdad no se entiende sin la pasión por la memoria y la justicia”.

El Centro Nueva Tierra sostiene que “hemos optado por el compromiso solidario ecuménico con los más pobres y la construcción de un país con igualdad y justicia social”, y desde esa perspectiva afirma que “son muchos los logros y mucho lo que falta aún en la búsqueda de una vida digna para todos”. Por eso, reitera, “trabajamos día a día para profundizar este camino promoviendo y exigiendo políticas públicas democráticas, distributivas, consistentes y eficaces; con solidaridad y buena voluntad no alcanza”.


Como lo han hecho otros grupos cristianos en los últimos días, Nueva Tierra dice que “encontramos esperanza en estos tiempos de avance y en el proceso social de largo aliento involucrado”, porque “de una manera insuficiente, parcial, perfectible y –a la vez– bienvenida; trabajo y educación vuelven a ser, efectivamente, ejes centrales para la construcción de mayor igualdad y ampliación de los grados de libertad de nuestro pueblo”. Asegura también que “vivimos en una sociedad atravesada por el conflicto democrático y celebramos el debate ciudadano y la mayor participación –especialmente juvenil– que el momento habilita en el compromiso por una sociedad más justa”.

Al reconocer los problemas, los cristianos señalan que “aunque es evidente que no estamos en el mismo lugar que en el año 2001 o en la década del ’90, momentos de catástrofe social, ausencia del Estado y primado de los privilegios de unos pocos; los logros concretados nos permiten dar cuenta del espesor y la urgencia de lo que todavía falta”.

Proponen entonces que “ir más allá implica seguir trabajando en la democratización de la sociedad y del Estado en todos sus niveles”. Entre otras cosas, subraya la organización que reúne a cristianos enrolados en la opción por los pobres, “precisamos un Estado laico que responda a los intereses del pueblo y no a los poderes fácticos, adalides de una Argentina desigual que se expresan (si lo hacen) negando sus intereses políticos reales”.


En clara alusión al pronunciamiento episcopal de los últimos días, Nueva Tierra sostiene ahora que “los argentinos y argentinas necesitamos hoy mensajes de esperanza y alimento espiritual para las luchas por un país cada día más justo”, porque “no se trata, en ese plano, de posicionarse como oficialismo u oposición sino del lado de los más humildes”. Agregan que “atravesamos un tiempo largo de adviento que interpela a la recreación de una conciencia ética que descubra a Jesús en el otro pobre. Y al pobre, hoy, como aquel que desde su ser otro, frente a la moral de los sectores dominantes, pelea por sus derechos y los elige”. Y sentencian que “la democracia es una mediación y una posibilidad concreta para traducir esa elección cotidiana en decisión colectiva”, para lo cual hay que “renovar la alegría, el coraje y el compromiso”.

(Diario Página 12, martes 12 de diciembre de 2012)

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