Participación y Organización, garantías de continuidad y profundización Escribe: Norberto Rossell






La participación social y política: es un DERECHO SOCIAL, una OBLIGACIÓN SOLIDARIA y una REIVINDICACIÓN INDISPENSABLE.
Es un DERECHO SOCIAL porque en una sociedad organizada en donde los elementos constitutivos de la misma –en tanto sistema- son decisiones que generan o modifican otras decisiones, las personas que concurren al mantenimiento del sistema social serán parte activa de él -podrán compartir los beneficios de su actividad productiva- sólo si son parte en las decisiones que se toman en su interior.
Es una OBLIGACIÓN SOLIDARIA, por un lado, por nuestra concepción humanista que nos impone concurrir en ayuda de quiénes se encuentran en situación vulnerable, y por otro porque, las desventuras de cualquier grupo o compatriota y su tratamiento expresan la identidad de la sociedad en su conjunto y anuncian nuestras propias posibles desventuras individuales.
Es una REIVINDICACIÓN INDISPENSABLE porque los mecanismos de participación institucionalizados en el actual modelo socio político, no garantizan el ejercicio del Derecho que antes definimos.


En Tiempo Argentino del domingo 8 de este mes se publicó una interesante nota a tres importantes figuras del análisis político: Brienza, Forster y Jozami:
(http://tiempo.infonews.com/2012/04/08/argentina-72549-cien-dias-de-la-sintonia-fina-a-la-institucionalizacion-del-modelo.php)
En ese artículo uno de los temas tratados es la cuestión sobre la militancia y los espacios políticos hoy existentes - la preocupación acerca de ¿cuál es la organización política que garantiza/rá la continuidad y profundización del modelo?; más allá de los nombres propios y del PJ que es poco más que un sarcófago (Brienza)
En mis dos post anteriores subyace la misma cuestión: La Acción Política que implica Participación Política Activa, si se califica de Nacional, Popular y Democrática y la organización que la haga posible.
Esta cuestión, dicho de otro modo, plantea la pregunta acerca de si las estructuras que soportan la actividad política (principalmente partidos políticos) dan respuestas a la representación de los sentires y pensamientos que en términos generales constituyen las demandas y expectativas de la sociedad, respecto de aquella actividad cívica.
No olvidemos que esas estructuras fueron las responsables del que se vayan todos y no se ha visto aún, a ya más de diez años, ninguna autocrítica ni debate –al interior de estas organizaciones- acerca de aquello.
Es de perogrullo plantear que no hay acción política sin organización y que no hay organización sin sustento ideológico. En consecuencia, la acción política involucra la discusión sobre la relación de la política y el Estado con el poder económico, con el Movimiento Obrero; el rol de los partidos y movimientos sociales y hasta el tipo de militancia que el contexto reclama y claro está la organización que es la condición de posibilidad de la participación.
En síntesis, cuál es o debería ser la identidad del movimiento político que en esta coyuntura histórica está llevando adelante las reformas que todos conocemos, entendiendo por identidad todo aquello que es permitido y todo lo que no, y obviamente cuál es la herramienta organizativa; es decir, lo que lo caracteriza como distinto a otros en función de su autoconocimiento, distinción y constitución como sujeto político.
Es bueno, al hablar de organización, llamar la atención sobre algunas cuestiones en este plano:
· El estatuto no es la organización.
· La institución política (el partido) no es la organización política.
· La conducción no supone un cargo asignado estatutariamente.
· Estructurar no es organizar. Una organización de segundo grado, p.ej una Federación, no organiza más, sólo estructura más lejos.
· Las “causas” no son el objeto que se transcribe en el estatuto.

En consecuencia, cuando hablamos de organización que posibilite la participación en los términos y por las razones expresadas al principio, no estamos aludiendo meramente a su cara burocrática, necesaria para un reconocimiento por el sistema legal, sino a lo que es más importante: a los valores compartidos que permiten la construcción de la red de pertenencia que le da entidad social y que trasciende cualquier resultado electoral.

¿Tenemos hoy la Participación y la Organización que nos garanticen la continuidad del modelo? A los lectores dejo la respuesta.
Horacio González en Carta Abierta: Los que creemos en la “Voluntad”, en la “Conciencia Realizadora” y en la “Épica de la Conciencia Colectiva” decimos que el principal acierto de Néstor Kirchner ha sido restituir a la Política su importancia.
Agrego: pero no hay posibilidad de Política, sin Participación y Organización Popular y Democrática.

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