CANCION / Cachilo dormido / Escribe: Atahualpa Yupanqui








Atahualpa Yupanqui conoció Tucumán en 1917, en uno de los viajes de vacaciones en que su padre llevaba a la familia en el tren aprovechando que no tenía que pagar pasaje. Allí estuvieron dos meses y conoció otro paisaje, otra música: la zamba, y otros instrumentos: el arpa, el bombo. Luego volvería varias veces a esa provincia, a la que le cantó tanto.

Realizó sus estudios secundarios en Junín, donde comenzó a escribir sonetos y otros poemas para una revista escolar firmándolos con el seudónimo "Yupanqui", simplemente para ocultar su verdadero nombre. Aunque sabía el significado de esa palabra (narrarás, has de contar), pues conocía el quechua, recién después lo asume, y le agrega "Atahualpa" delante (viene de tierras lejanas), de manera que "Atahualpa Yupanqui" significa "Viene de lejanas tierras para contar algo".

El 14 de noviembre de 1921 el padre de Atahualpa Yupanqui se suicidó sin razón aparente, por lo que tuvo que trabajar para ayudar a su familia. Fue hachero, arriero, mandadero, cargador de carbón, entregador de telegramas, oficial de escribanía, corrector de pruebas y periodista, haciendo notas sociales, sobre casamientos o velorios.

En 1923 un colega del diario "Crítica" le facilitó su primera incursión en Buenos Aires, justo cuando se hizo la transmisión radial de la pelea Firpo-Dempsey, y mientras se esperaba que llegara la información él y otros cantaban; poco tiempo después regresó a Junín. En En 1926 Atahualpa Yupanqui volvió a probar suerte en la Capital con su guitarra, una pequeña valija, algunos pesos y con los habituales sueños de esperanza. Trabajó como peón de panadería a la vez que hacía audiciones en bares, bibliotecas y escuelas, y también colaboraba con algunos reportajes en un modesto periódico. En ese año Atahualpa Yupanqui compuso "Caminito del indio", que grabó con este nombre en 1936. La partitura se editó en 1939 como "Camino del indio", y así lo grabó en 1941 Ignacio Corsini. Luego vino "Nostalgias tucumanas", ambos temas motivados por su estancia en Tucumán.

En 1931 Atahualpa Yupanqui se casó con su prima María Alicia Martínez quién tenía un hijo nacido en 1923 de una pareja anterior. No le había ido bien en Buenos Aires, así que se fueron a Entre Ríos, donde nació su primera hija, Alma Alicia. Atahualpa Yupanqui, igual que su padre, era yrigoyenista. En Junín había trabajado con Moisés Lebensohn, fundador del diario "La Verdad", y en Buenos Aires tocaba en una peña donde se reunían radicales que conspiraban contra el gobierno de Uriburu, y luego el de Justo.



Cuando pasen por Santiago
caminen sin hacer ruido,
porque en un rincón del pago
está el Cachilo dormido.
Está el Cachilo dormido
con su ponchito de almohada,
quizá, buscando en el sueño
el alma de la vidala.
El alma de la vidala,
florcita salavinera,
llegando los carnavales,
se le ha'i volver chacarera,
llegando los carnavales,
se la ha'i volver chacarera,
Hay un rincón en el cielo
donde moran los quichuistas,
donde cantan chacareras
al llegar la tardecita.
Al llegar la tardecita,
corazón estremecido,
anda el Soco tarareando
para el Cachilo dormido.
Para el Cachilo dormido,
florcita salavinera,
llegando los carnavales,
se le ha'i volver chacarera,
llegando los carnavales,
se le ha'i volver chacarera.

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