MENDOZA / Acerca del cambio climático / Escribe: Alberto Lucero






El Cambio Climático es uno de los mayores retos que el siglo XXI plantea a la comunidad global, es decir a todos los habitantes del planeta. Aunque los países en desarrollo han sido los que menos han contribuido a generar este Cambio Climático, son hoy los más expuestos a sus negativas consecuencias, dada su gran vulnerabilidad frente a los fenómenos ambientales extremos.

Y dentro de esas comunidades en desarrollo, quienes más se ven perjudicadas, son las mujeres que viven de actividades con mayor dependencia del clima, como la agricultura, dónde a veces subsisten con menos de dos dólares diarios y dependen absolutamente del medio ambiente para su alimentación diaria; para ellas, la actual falta de soluciones al Cambio Climático podría tener serias repercusiones, incluso en sus posibilidades de continuar con vida. Y eso a pesar de un informe de la OIT, donde las mujeres, con sus conocimientos y sus capacidades en cuanto a la gestión de los recursos naturales y al uso de las fuentes de energía, constituyen excelentes agentes de cambio para innovar en las actividades agrícolas y para la adaptación al Cambio Climático, ya que sus responsabilidades en el hogar; en la comunidad y como utilizadoras de los recursos naturales, las ubican en una situación ventajosa para elaborar estrategias de adaptación a las realidades cambiantes del medio ambiente.



Lamentablemente, en muchos lugares del mundo, las mujeres tienen menos acceso que los hombres a las herramientas que mejorarían su capacidad de adaptarse al Cambio Climático, por ejemplo a la propiedad de la tierra, al crédito, a los insumos agrícolas, a la dirección de los organismos encargados de la toma de decisiones, a la participación en la tecnología y a los cursos de capacitación.

Además, en numerosos países pobres, las sequías, las inundaciones y la deforestación, incrementan la carga de trabajo de las mujeres, lo que les deja menos tiempo para obtener ingresos, para educarse o para atender a su familia y las niñas abandonan la escuela para ayudar a sus madres a recoger leña y agua, ingresando tempranamente en la vida adulta y exponiéndose más a las enfermedades infecciosas, tales como el cólera y el VIH/SIDA.

Para millones de mujeres que trabajan en el sector informal y en pequeñas empresas, sin capital y sin acceso ni al crédito ni a la información, es casi imposible recuperarse de los efectos devastadores de los desastres ecológicos, como cuando el huracán Katrina azotó la ciudad de Nueva Orleans en agosto de 2005 y miles de personas vulnerables como los ancianos y las personas con discapacidades se vieron repentinamente sumidas en la pobreza. Allí el grupo que más sufrió fue el de las mujeres, en su mayoría las afroamericanas, quienes por contarse entre los grupos más empobrecidos, ya no podían enfrentar los mayores costos de transporte, atención de salud y alimentos, repentinamente aumentados por los especuladores. Por falta de estadísticas confiables, no sabemos lo que los huracanes producen en América Central, en donde, exceptuando Cuba, todos los demás países centroamericanos pagan con muchas vidas y bienes los desastres naturales.



Seguramente las mujeres centroamericanas más pobres son las que más sufren, aunque ellas sean las que más se preocupan por prevenir, por educar y por resolver los nuevos problemas medioambientales de las últimas décadas, cuando comienzan a instalarse en toda Latino América los mega-emprendimientos mineros a cielo abierto, que repercuten negativamente en las economías regionales y en los modos de vida de las poblaciones locales y se conforman una multiplicidad de asambleas socio-ambientales, desde Guatemala hasta Chubut, en las que predominan las mujeres, porque son ellas las que perciben con mayor nitidez la importancia de cuidar esta nave espacial llamada Planeta Tierra.

Vaya nuestro reconocimiento a todas las mujeres del mundo y en especial a las mendocinas que luchan contra los proyectos mega mineros que nos afectarán el agua de nuestra Mendoza y que con su participación nos conducen a un futuro mejor!!.

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