Dean Baker, fundador y director del Center for Economic and Policy Research, dialogó con Tiempo Argentino para dar su visión sobre el impacto del conflicto con los holdouts y el papel que juega Estados Unidos.
–En la carta advirtieron sobre el impacto de las órdenes de la justicia norteamericana en el sistema financiero internacional, ¿esto podría traducirse en un impacto en la economía real?
–Sospecho que va a haber un modesto impacto negativo si se permite que este fallo siga de pie. Probablemente veamos un pequeño crecimiento en las tasas de interés pagadas por los países en desarrollo. Esto va a ralentizar sus economías y va a tener un impacto negativo en la economía global. Dudo que sea muy grande, pero dada la debilidad que se mantiene luego de la crisis de 2008, no es de ayuda sumar algo así.
–¿Es posible establecer un nuevo sistema global para la reestructuración de deuda y así evitar que minorías de acreedores generen problemas tan grandes?
–Se está volviendo común que los bonos más nuevos tengan Cláusulas de Acción Colectiva que llevan a que los holdouts tengan que aceptar cualquier condición a la que hayan accedido un porcentaje del resto de los bonistas (por ejemplo, un 75%). Este es quizás el camino más facil para institucionalizar un mecanismo dada la dificultad de alcanzar un acuerdo sobre cualquier medida en el Fondo Monetario Internacional u otras instituciones. La gran pregunta es cómo hacer frente a la reestructuración de bonos que no tienen esta cláusula.
–¿En qué lugar queda parado el sistema legal de EE UU al chocar con términos que aceptaron el 92,4% de los acreedores e incluso apoyaron el FMI y el departamento del Tesoro?
–Justamente es muy llamativa la gran cantidad de apoyo internacional a los términos que la Argentina había acordado con los acreedores. Por esta razón es tan destructivo que un juez de Nueva York haya elegido romper filas y ponerse del lado de los fondos buitre. Teniendo en cuenta algunas de sus declaraciones en las audiencias, no parece que haya entendido las consecuencias de su decisión. Esto no habla bien del sistema legal estadounidense.
–Más allá del pedido que le hicieron al Congreso, ¿espera que la Casa Blanca haga algún comentario sobre el problema?
–Sospecho que la Casa Blanca va a trabajar detrás de escena para encontrar algún camino viable para salir de este callejón. Los fondos buitre le complicaron mucho la posibilidad de pronunciarse públicamente a la administración Obama, ya que con sus conexiones juntaron figuras políticas muy visibles en apoyo a su posición. El presidente Obama no quiere una gran pelea pública en el tema justo antes de una elección. De todas formas, esperaría que estén trabajando con el FMI para encontrar una forma de tratar de encontrar la manera de solucionar el fallo del juez.
