MENDOZA / Cambio climático / Escribe: Alberto Lucero






Dado que el Calentamiento Global agudiza los fenómenos extremos, en el mes de enero pasado todo el Medio Oeste y Nordeste de los EE.UU y el sudeste de Canadá, estuvieron bajo un crudo invierno con fuertes nevadas y lluvias, que ocasionaron la muerte a 21 personas, con el tendido eléctrico derribado por el peso del hielo en los conductores y las temperaturas más bajas en dos décadas. También en Europa, varias tormentas invernales provocaron vientos fuertes en las costas, con mareas entre 7 y 9 metros de altura, acompañadas por inundaciones, como las que ocurrieron a lo largo de la costa norte de España.


Y a los fríos extremos del hemisferio norte, se opuso el extremo calor en el hemisferio sur, con un cálido Enero del 2014, que ha resultado ser el 4to. enero más cálido en el Mundo desde 1880, o sea casi desde que se tienen registros y que está afectando seriamente a la Antártida, pues el continente blanco está resultando ser muy vulnerable al cambio climático. Según los datos tomados por el satélite ICEsat, de la NASA, las masas de hielo sobre el mar han disminuido en grosor hasta siete metros por año entre el 2003 y el 2008, esto causado sobre todo por la entrada de aguas templadas bajo las plataformas o sea, se derriten desde abajo. El Servicio Antártico Británico ha procesado los datos del ICESat y ha presentado en la revista Nature su diagnóstico, diciendo que las plataformas heladas se están fundiendo por un océano más cálido y por ello, el descenso de los glaciares hacia el mar se está acelerando, aumentando la pérdida de hielo en el continente blanco y contribuyendo a la subida del nivel del mar, ya que los glaciares vierten miles de millones de toneladas de hielo al mar.

Ninguna zona del continente blanco está a salvo de este proceso y en el mar de Weddell, ese gran golfo antártico de 2.000 kilómetros de ancho, la plataforma helada sufrirá también en las próximas décadas el deshielo por abajo, debido a la entrada de aguas marinas templadas y hacia finales de este siglo, la temperatura del agua bajo la plataforma helada en el mar de Weddell habrá subido hasta dos grados, lo que provocará la fusión de todo el hielo, según los modelos proyectados por computadoras de acuerdo a la evolución climática de la región.

El Cambio Climático y el Calentamiento Global están tras estos graves fenómenos y ante esta realidad, nos preguntamos y le preguntamos a la audiencia?

¿Qué estamos haciendo en nuestra querida Mendoza para prepararnos ante la llegada de éste Calentamiento Global?

¿O esperaremos a que los glaciares que alimentan el Río Mendoza, hayan desaparecido totalmente y que en los veranos no baje una gota de agua, para recién entonces decirle NO, a los proyectos megamineros que necesitan para su funcionamiento contaminar e inutilizar millones de litros de agua?


¿Podemos permanecer indiferentes y en silencio, cuando vemos las presiones que están haciendo los defensores de estos proyectos megamineros, que disfrazados de buenas intenciones, vienen a competir por la poca agua que tenemos?

Ojalá no nos pase como en San Juan, que ya están padeciendo por la falta de agua y sin embargo, sus gobernantes han aprobado con bombos y platillos el Megaproyecto El Pachón, para sacar el cobre, molibdeno, oro y plata en el Departamento de Calingasta, a través de la empresa suiza Xstrata Minerals y llevarlo en bruto a Chile, cuando saben que, en la etapa de producción, inutilizarán 277 litros de agua por segundo (promedio), que significan 24 millones de litros de agua por día o sea el uso y contaminación de 9 mil millones de litros de agua por año y que además, por las mismas obras mineras, destruirán más de 200 glaciares.

Estemos atentos entonces y luchemos para asignar la poca agua disponible en Mza, solo a fines útiles para la vida de nuestros descendientes y no para acrecentar las utilidades de empresas extranjeras.

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