Los dos partidos mayoritarios de España cerraron ayer la puerta al referéndum de autodeterminación impulsado por el gobierno regional de Cataluña, cuya fecha fue fijada esta semana para noviembre de 2014. A la ya conocida postura del Partido Popular (PP) del presidente Mariano Rajoy, se sumó la negativa de la principal fuerza opositora: el Partido Socialista (PSOE), que arremetió contra el desafío respaldado por las fuerzas nacionalistas de la región situada en el noreste de España. "Los socialistas no estaremos nunca a favor del derecho de autodeterminación", afirmó ayer Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del PSOE. “Hay que decirles 'no' a los separatistas", agregó el diputado, en sintonía, al menos en este tema, con el conservador Rajoy.
Según explicaron sus principales dirigentes, el Partido Socialista español apuesta por una reforma de la Constitución de 1978 para fijar un modelo federal y dar respuesta así a la tensión soberanista de Cataluña, donde miles de personas formaron el pasado 11 de septiembre una gran cadena humana para reivindicar la independencia. Rubalcaba apeló ayer "al diálogo y al consenso" para evitar el referéndum y dar cabida en la eventual reforma de la Carta Magna a la singularidad de la región, su lengua, su cultura y su historia.
Rajoy, por su parte, recordó que su país es "la primera nación de Europa en conseguir su unidad" y, por lo tanto, su futuro "no es una decisión que corresponda al presidente del gobierno, a un partido político o parlamento, sino a todos los españoles, que son los que tienen la soberanía nacional". España, añadió Rajoy, es "una historia de éxito", así como "un país maravilloso", y aseguró que "siempre ganamos cuando somos grandes, cuando estamos juntos, cuando tenemos los mismos objetivos, y eso es lo que queremos seguir haciendo los españoles".
La tensión volvió a dispararse en Cataluña esta semana después de que se fijara una fecha –el 9 de noviembre de 2012– para la consulta de autodeterminación, así como las dos preguntas que se dirigirán a los ciudadanos de la región: "¿Quiere usted que Cataluña sea un Estado?" y, en caso afirmativo: "¿Quiere que sea independiente?".
En una primera reacción, Rajoy garantizó que el referéndum no se celebrará ya que es "inconstitucional". No develó cómo impedirá su ejecución, si bien se da por sentado que acudirá al Tribunal Constitucional una vez el acuerdo anunciado el jueves por el jefe del gobierno catalán se plasme en un documento oficial. "Yo no voy a trabajar para acentuar las diferencias, voy a trabajar para acentuar lo que nos une después de tantos siglos juntos y lo que tenemos por delante: las oportunidades de futuro", anunció ayer Rajoy.
Desde la formación republicana independentista ERC, aseguraron que "el gobierno no podrá hacer nada para impedir votar a los catalanes" y que apelarán a Naciones Unidas (ONU) si los principales partidos españoles "siguen alegando la Constitución como norma suprema" para evitar la consulta. Cataluña afirmó que ya está trabajando en la elaboración de un censo de votantes, aunque el censo electoral es propiedad del Estado español.
(Diario Tiempo Argentino, domingo 15 de diciembre de 2013)
