La incapacidad de reconocer errores indefectiblemente nos lleva a cometerlos nuevamente, esto es inherente a la condición humana, dicen que los animales no tropiezan dos veces con la misma piedra.
Ha pasado una semana desde las PASO y se han escrito páginas y páginas analizando la conducta electoral del ciudadano medio, se han planteado mil y una hipótesis sobre los motivos del resultado y se han escuchado voces altisonantes, a veces, y algunas otras en la intimidad de la conversación militante desparramando responsabilidades.
Lo cierto es que hay un camino que recorrer hacia octubre, los dueños del poder han preparado toda su artillería para terminar posicionando a su candidato de cara a las elecciones presidenciales de 2015. Van sumando adeptos a fuerza de marketing y venta de ilusiones que esconden el verdadero proyecto político económico que hay detrás de las frases con disfraz de corte popular.
Lo sabemos pero no alcanza con saberlo, no alcanza con levantar como banderas todas y cada uno de las conquistas sociales que se han conseguido en esta década, no alcanza con la consigna. Cuando comenzamos a poner la lupa sobre el mapa electoral y a hurgar un poco es como se llegó a nuestra propuesta de candidatos en cada Distrito, como se planteó la campaña y como y quienes jugaron activamente en la toma de decisiones tendientes a la estrategia electoral no es una sorpresa el resultado obtenido en agosto.
Algo nos sucede a los que nos hemos parado de este lado de la vereda que tanto le molesta a Massa graficar. Algo que históricamente nos sucede a quienes a lo largo de la historia hemos sido derrotados por la derecha en la América del Sur, cuándo nos comenzamos a disgregar en función de razones que nada tienen que ver con los objetivos superiores que van muchísimo más lejos que la coyuntura electoral y la más de las veces responden a intereses por demás mezquinos (porque no nos engañemos, la mezquindad no es asunto de ideologías ni regiones geográficas) cuándo nos comenzamos a disgregar avanza la derecha con la sonrisa del objetivo cumplido.
Pensar la actividad política en términos exclusivamente personales y en objetivos de acceso al poder no importa cómo y de qué manera no es exclusivo de los personajes bizarros que vimos desfilar por televisión explicando cómo llegaron a encabezar las listas de las que fueron parte.
Los proyectos sustentables son aquellos que incluyen a todos los sectores ideológicamente similares y plantean tácticas y estrategias claras, aquellos que construyen en la diversidad de los actores sosteniendo determinados parámetros que no se modifican en función de las necesidades personales de quien encabeza circunstancialmente un momento concreto.
Mientras quienes nos paramos en la vereda que tanto le molesta a Massa graficar seguimos discutiendo desde una pretendida pureza ideológica y aceptamos mansamente determinaciones que contradicen en un todo aquello que discutimos, mientras que la lupa nos muestre los errores abiertamente pero elijamos mirar hacia otro lado y apelar a la conveniencia del silencio como paliativo a la sensación de frustración, mientras que no seamos capaces de darnos una discusión profunda en cada pueblo sin intervenciones de iluminados que desconocen los actores locales, que desconocen la historia chiquita de los Distritos pero en nombre de un mandato divino mueven las fichas dejando un tendal de broncas difíciles de levantar, mientras no seamos capaces de construir hacia adentro sólidamente con la convicción que la suma de voluntades es mucho más que la imposición de nombres, mientras no asumamos que escuchar, aceptar y proyectar a partir de los puntos en común es el camino y no la exclusión mezquina de los que sabemos son compañeros de ruta, la derecha y sus títeres de ocasión seguirán avanzando no solo en la vereda contraria que también a Massa le molesta graficar, sino dentro de nuestra propia vereda… Algunos disfraces son difíciles de detectar en una primera mirada…
Compañeros y compañeras, casa por casa, voto por voto camino a octubre es la consigna y estaría bueno que en ese camino vayamos pensando en esas piedras con las que solemos chocarnos más de una vez, tal vez logremos ponernos a la altura de las circunstancias históricas y definitivamente logremos ganar esa batalla a la mezquindad y la tontería localista que ya le han hecho demasiado daño a los grandes sueños colectivos….
