Jugar es jugarse es el nombre del Proyecto de extensión que trabaja con niños y niñas de la Villa Cacheuta. Con la coordinación de Patrick Boulet, estudiantes del instituto de Ciencias Básicas y de las Facultades de Derecho y Ciencias Políticas trabajan con los pequeños en la reflexión de la identidad de comunidad a través del juego.
El juego, la recreación, el divertimento en la infancia son momentos que no se olvidan. A partir de esta premisa el Proyecto Jugar es jugarse trabaja en la comunidad de Villa Cacheuta.
La iniciativa tiene por objetivo promover, a través del juego y la educación popular, la participación y la reflexión para construir el pensamiento crítico sobre la realidad sociocultural que rodea a los integrantes de la Comunidad.
Es el segundo año que el equipo forma parte de los Proyectos “Mauricio López”. En este sentido, “continuamos el trabajo del año 2011 y 2012 con actividades socio-comunitarias en la Villa desde la perspectiva de los sujetos (niños, niñas, adultos y adultas). Para este año, se plantean diversas actividades recreativas y de participación comunitaria abordando como eje central la Identidad de la comunidad”, comentó el equipo extensionista.
Los encuentros surgieron de parte de la Asociación La Cara Sur, en la que participa el equipo extensionista. “Hace varios años trabajamos con la comunidad, nos costó al principio pero de a poco hemos podido insertarnos”, explicó Mariana Lucero, estudiante de Sociología.
Jugar es jugarse plantea una ecología de saberes, la construcción de nuevos conocimientos a partir de la interacción colectiva y la acción social concreta y continua, a través de encuentros lúdicos-recreativos cada 15 días.
Como en años anteriores, el equipo trabaja en coordinación con la Asociación de madres de Cacheuta "Aires de Montaña" y la Unión Vecinal de Cacheuta. Por ello, a través del proyecto y de La Cara Sur, los extensionistas acompañan las acciones de la comunidad, como por ejemplo su lucha para que se reabra la escuela en el pueblo. “En la Villa vivimos 50 familias aproximadamente, la mayoría vive del turismo y el aporte de los chicos de la UNCUYO, más allá de la contención que los niños reciben, es la enseñanza a través del juego”, explicó Natalia Burgos, presidente de Aires de Montaña.
Respecto del aprendizaje e intercambio de saberes en la práctica de extensión, el coordinador del Proyecto Patrick Boulet afirmó “tenemos una formación teórica donde no está escrito cómo se va trabajando, cómo se va conociendo e integrando en una comunidad determinada y que se hagan otras actividades nos da un aprendizaje que en otra comunidad es diferente. Éstas prácticas para la Universidad son incipientes pero indispensables”.
Por su parte, Mariana Lucero concluyó “es más el enriquecimiento que tenemos como estudiantes desde la comunidad que lo que nosotros le podamos brindar a ellos”.
Convocatoria “Mauricio López” 2012
Esta iniciativa, junto a 38 iniciativas, pertenece a la Convocatoria 2012 de los Proyectos Sociales de Extensión Universitaria “Prof. Mauricio López”. Con estas acciones, la SEU busca favorecer la calidad educativa junto al desarrollo del compromiso social para colocar a la educación superior al servicio de la resolución de los problemas socialmente relevantes. Y, de esta manera, revertir la tendencia autorreferencial de la academia.
Desde el 2008, se han financiado 120 proyectos en los que participaron más de 1.370 extensionistas entre docentes, estudiantes, egresados y personal de apoyo académico. Las iniciativas abordaron distintas problemáticas y sus acciones alcanzaron a más de 26.000 destinatarios directos en gran parte del territorio provincial gracias al trabajo junto a más de 250 organizaciones sociales e instituciones públicas.V
Para más información sobre ésta y otras iniciativas, comunicarse al 4135000 int.3011/3076.
(Secretaría de Extensión de la UNCuyo, 25 de abril de 2013)