EL PADRE
Santo, su padre, fue un destacado músico napolitano establecido en Buenos Aires y que puede haber sido una primera señal hacia el arte combinado de la organización sonora y letrística de Discépolo.
"Tuve una infancia triste. No hallé atractivo en jugar a la bolita o a cualquiera de los demás juegos infantiles. Vivía aislado y taciturno. Por desgracia no era sin motivo. A los cinco años quedé huérfano de padre, y antes de cumplir los nueve perdí también a mi madre. Entonces mi timidez se volvió miedo, y mi tristeza desventura." (Enrique Santos Discepolo)
MAESTRO NO, ACTOR
A poco de comenzar sus estudios en la Escuela Normal "Mariano Acosta", los abandonó para dedicarse al teatro, con la aprobación de su hermano y tutor Armando. A los dieciséis años debutó como actor en la compañía de Roberto Casaux, bajo el apodo de E. Santos, en la obra "El chueco Pintos", un sainete compuesto por su hermano y por Rafael José De Rosa. Su primer papel protagónico fue en la obra "Mateo", también de su hermano Armando. Por su parte, él mismo escribió el sainete "Día feriado" que le estrenó la compañía de Blanca Podestá en 1920.
Por ser bueno,
me pusiste a la miseria,
me dejaste en la palmera,
me afanaste hasta el color.
En seis meses
me comiste el mercadito,
la casiya de la feria,
la ganchera, el mostrador...
¡Chorra!...
Me robaste hasta el amor...
Ahura,
tanto me asusta una mina,
que si en la calle me afila
me pongo al lao del botón.
¡Lo que más bronca me da,
es haber sido tan gil!
Si hace un mes me desayuno
con lo qu' he sabido ayer,
no er'a mí que me cachaban
tus rebusques de mujer...
Hoy me entero que tu mama
"noble viuda de un guerrero",
¡es la chorra de más fama
que ha pisao la treinta y tres!
Y he sabido que el "guerrero"
que murió lleno de honor,
ni murió ni fue guerrero
como m'engrupiste vos.
¡Está en cana prontuariado
como agente 'e la camorra,
profesor de cachiporra,
malandrín y estafador!
Entre todos
me pelaron con la cero,
tu silueta fue el anzuelo
donde yo me fui a ensartar.
Se tragaron
vos, "la viuda" y "el guerrero"
lo que me costó diez años
de paciencia y de yugar...
¡Chorros!
Vos, tu vieja y tu papá,
¡Guarda!
Cuidensé porque anda suelta,
si los cacha los da vuelta,
no les da tiempo a rajar.
¡Lo que más bronca me da,
es haber estao tan gil!