Desde el 2008 las neuronas del poder mundial están ocupadas en la debacle financiera producida por los desquiciados de Washintong (como dijo el Nobel: Paul Krugman) ya van para tres años y la cosa no sólo no mejora sino que empeora. Por nuestras tierras estas preocupaciones se les mezclan con las iniciativas nacionalizadoras.
Nuestro discurso nac&pop desde el 2003, se ha basado en la proposición que asevera la caída del neoliberalismo. En realidad ya por 1996 Lester C. Thurow del MIT (Massachussets Institute of Tecnology) decía algo así como: “Muchachos paren que están reventando todo” –en términos más académicos, por supuesto- en “El futuro de capitalismo”. Algo parecido anunciaba Paul Krugman en “De vuelta a la economía de la Gran Depresión” en 1999. Obviamente los que debían atenderlos no les dieron bola, ni aún hoy se la dan.
En todo lo dicho y escrito desde aquél año hasta hoy, no aparece la discusión del paradigma en el que se basa el capitalismo (que no es otra cosa que un modelo político) y dado que esto no está en discusión, de la crisis financiera podrá nacer un nuevo modelo monetario -en el mejor de los casos- pero no un nuevo sistema político. Aquellos (¿herejes?) que por estas tierras de América del Sur pretendemos poner esta cuestión sobre la mesa –con diferentes matices y abordajes- nos hemos convertido en parte del eje del mal tanto para EEUU como para Europa.
No es ocioso recordar que este paradigma funciona sobre tres principios de carácter axiomático:
1 - El ser humano actúa socialmente, siempre, movido esencialmente por una racionalidad que lo lleva ante cada decisión a efectuar un cálculo de costo/beneficio a través del cual intenta obtener el mayor beneficio con el menor costo.
2 - La mejor reserva de valor es aquella que puede estar disponible instantáneamente, en cualquier momento, para su utilización en el consumo. Ergo, este valor es el monetario.
3 - Los dos axiomas anteriores son de carácter ontológico, es decir "son". Está en la racionalidad del paradigma que estas proposiciones "son" la única realidad, lo que se constituye en una negación dogmática acerca de la posibilidad de existencia de cualquier otra alternativa.
El sistema económico se volvió autónomo y hegemónico como sistema monetario, se auto reproduce en el fortalecimiento de este sentido que deja afuera a todo lo demás. Trabajo, Conocimiento, Recursos Naturales, Capital, Política, Ciencia, Normas, Ambiente, etc., todos son, a la observación desde el sistema económico monetario, factores complementarios del entorno. De ahí que temas como la protección del Medio Ambiente, la Pobreza, La Salud, La Educación, etc. le sean ajenos si no están tratados desde la óptica del Cálculo Económico que se efectúa en el Mercado.
Se concluye, de este modo, que:
-El motor de la producción es el cálculo económico, es decir el Mayor Beneficio Monetario.
-El ser humano es un recurso (Trabajo y Conocimientos).
-El Valor (Valor Monetario) es una cuestión de convención, no necesita respaldo, es un valor en si mismo y sólo necesita "poder" de imposición.
-El Capital que en la economía clásica se consideraba un recurso escaso, ha dejado de serlo por lo anterior, se puede emitir moneda cuanto se
quiera, a condición de tener poder para imponer esta decisión.
-El motor (el cálculo económico) que media el consumo, no responde a las necesidades de la demanda sino que impone su propia lógica de acumulación, promoviendo el consumo en forma desmedida, de tal modo que a cada ciclo aumenta exponencialmente la presión sobre los factores de producción, la mayoría no renovables.
-El ciclo involucra un parámetro que no aparece generalmente en los gráficos de micro economía, "el tiempo". Esto es así porque el tiempo de ciclo micro económico está fijado normativamente: un año, que es el período de cierre de los balances. Este es un elemento de control interno del sistema que ejerce presión para el cumplimiento del cálculo económico. ¿Qué Gerente General, qué Empresario, admite un cierre de balance en rojo? ¿Quién quiere hacer negocios con una empresa que cerró su último balance en rojo? (Así terminó Enron con una defraudación de 3.500 millones de dólares).
-El sistema no atiende los tiempos necesarios para reciclar los factores de producción, tiempo para un consumo equilibrado, tiempo para el desarrollo del conocimiento en las personas (tiempo de aprendizaje), etc.
Si se admite lo planteado, la discusión central consiste en definir si las relaciones económicas tal como las he descrito deben ser las que hegemonicen y den sentido a la identidad del sistema social. La discusión central pasa por preguntarse si lo normativo debe estar en función y protección de las relaciones económicas o al revés, entendiendo que lo normativo deviene a su vez de los acuerdos políticos legitimados por la soberanía popular. Señalo, a modo de ejemplo, que la constitución de Ecuador es la primera del mundo que asigna a la Naturaleza calidad de sujeto de derecho, es decir que le da, a la Naturaleza por medio de cualquier ciudadano, la posibilidad de reclamar los mismos derechos que benefician a cualquier habitante de Ecuador. Piensen en las consecuencias en cuanto a las relaciones económicas. Este acuerdo normativo fundacional no es -por supuesto- funcional a las relaciones económicas sino producto de las relaciones Políticas. Es importante recordar, como evento similar -políticamente hablando-, que la constitución peronista del 49 establecía la función social del capital.
Entonces, ¿No deberíamos enfocarnos en la discusión de una propuesta política de reelaboración de las relaciones entre los sistemas político, económico y normativo? La respuesta parece obvia, la propuesta ya existe (aún con matices) para América del Sur y también para la Argentina. Lo que no es obvio es el futuro, el devenir, las formas, las paradojas y contradicciones que alumbrarán estas propuestas y su forma de concretarla. Estoy hablando de reforma constitucional.
El éxito político y de comprensión de la consigna de la Presidenta de la Nación en las elecciones del 2007 “Crecimiento con Inclusión” estriba en que con una sencilla elegancia teórica dejó planteada en una frase la paradoja que a mi me lleva varios renglones de elucubraciones. Paradoja consistente en que no puede haber inclusión sin crecimiento y a su vez la inclusión es la condición de posibilidad del crecimiento. Aún cuando se podría argumentar que el horizonte tecnológico permite el crecimiento sin inclusión, esto es cierto solo en el corto plazo; en el mediano plazo el conflicto social detendrá el crecimiento inexorablemente.
Inclusión=Cálculo Social, y Crecimiento=Cálculo Económico conforman un sistema en el que el acuerdo político debe definir cuál de los términos subordina al otro. Todo el esfuerzo del discurso presidencial está en línea con imponer el Cálculo Social como eje paradigmático de una nueva racionalidad. Queda para la discusión acerca de los reflejos en la práctica de estas aspiraciones. También queda para la discusión el rol de los partidos políticos en esta empresa y también queda para la discusión una caracterización más específica de lo que llamamos Cálculo Social que apenas manejamos intuitivamente.