Ya lo vimos con Irak, o en su momento con Noriega en Panamá: una vieja estrategia imperialista es señalar la existencia de un monstruo (real o fincticio) o un dictador -algunas veces anterior amigo de EE.UU.- y crear las condiciones para, en nombre de la libertad y la democracia, permitir la entrada de las tropas occidentales y hacerlo con la excusa de "acabar con el tirano".
Esta clase de operaciones ahora son planteadas no sólo desde el gobierno de EE.UU. sino desde sospechosas ONGs que nos invitan a luchar, por ej., contra el presidente sirio visto como un dictador; y aunque el presidente sirio poco tenga de democrático, lo que quieren es usarnos para que legitimemos la intervención occidental justificada en "expulsar al dictador". Esto, mientras grupos armados occidentales se mezclan con la oposición y la protesta social sirias.
Así como lo vemos hoy con Siria, sucede también en el curioso caso de Uganda. No sabemos si lo que se dice de Kony, quien dirige el "Ejército de Resistencia del Señor", sea cierto. Y a su vez es dudosa la ONG que financia por Internet la campaña en su contra con consignas como "salve niños africanos", etc. Campaña por la cual "Invisible Children" ha cobrado copiosas cantidades de dinero.
No casualmente, el gobierno de Uganda (responsable también de no pocos desastres sociales, según se informa) es principal aliado de EE.UU. en la zona. Despejar de adversarios a ese gobierno, parece una finalidad habida en el extraño video que ha causado éxito en Youtube, éxito basado en la ingenuidad de quienes lo han mirado.