MENDOZA / Llega el tiempo de las respuestas y la reparación / Escribe: Gustavo De Marinis






En mayo de 1975, cuando la represión ilegal ya operaba en el país pese a que aún no estaba instalada la dictadura cívico militar, muchos mendocinos padecían el terrorismo de Estado, con el agregado de la mirada esquiva, para muchos cómplice, de la Justicia, específicamente de la Justicia Federal.

En mayo de 2015, cuarenta años después, muchos de esos mendocinos por fin parecen tener alguna respuesta ante lo que sufrieron. Una respuesta que de algún modo también significa una reparación.

A esta conclusión se puede arribar analizando algunos de los testimonios escuchados en las últimas dos semanas en el megajuicio por delitos de lesa humanidad que tiene lugar en los tribunales federales de calle España en el que se juzga a miembros de distintas fuerzas de seguridad y a cuatro ex magistrados. Sin olvidar, claro, los testimonios de hechos ocurridos durante el gobierno de facto con idéntico resultado: la Justicia ausente.



Por la coincidencia de fechas, cabe mencionar a María Florencia Santamaría, quien hace exactamente 40 años estaba secuestrada y sometida a tormentos en la Comisaría 16 de Las Heras y esta semana, al “conmemorar” un nuevo aniversario de ese padecimiento, pudo comparecer ante un tribunal de la democracia y contar lo que vivió. Paradójicamente, lo hizo en lo que es un juicio oral y público en el que los imputados gozan de todos los derechos –como debe ser– que garantizan su defensa. Y, lejos de lo que pasaba en aquellos años terribles, los acusados asisten a las audiencias en condiciones normales, sin haber sido torturados ni lastimados, y conocen de qué se los acusa. Y tienen, delante suyo, sus abogados prestos para tratar de demostrar que son inocentes. O sea, tienen garantizados todos los derechos constitucionales y hasta pueden permanecer libres mientras se desarrolla el juicio, como es el caso de tres de los ex jueces.

Todo esto, lamentablemente, no ocurrió en los ‘70. No sólo la represión fue ilegal. Parece que la Justicia también.

Para revertir aquella situación y llegar a esta que se vive hoy, de juicios justos, mucho han tenido que ver la lucha, la paciencia, el temple, la fe, el nunca resignarse de las Madres de la Plaza y todos quienes las rodean, como el MEDH, HIJOS, Familiares, Ex Presos, militantes, amigos...

Justamente, este 7 de mayo se cumplieron 38 años de la primera marcha de las Madres mendocinas en la plaza San Martín. Y allí estuvieron ellas otra vez. Son menos que en el ‘77, por supuesto. Pero tienen más compañía y suman la fuerza que les dejaron las que ya no están.

(Diario Uno, viernes 8 de mayo de 2015)

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